Un día está todo en calma, sólo se escucha mi respiración, mis latidos. Cierro mis ojos y disfruto de esta tranquilidad, la confianza de estar extrañamente bien y en paz. de pronto un golpe seco, un ruido interminable rompe mi querida paz, siento rabia de no poder callarlo, algo me remece y me veo en un océano intranquilo. Se acabó la tranquilidad y ahora trato de sobrevivir en mi pequeña balza a la deriva... lloro y maldigo a los cielos por este castigo, tal vez lo merezco, pero ¿qué hice mal? ... de pronto la tempestad cesa, las nubes se abren y dejan ver un cielo prístino, cierro los ojos y respiro la calma nuevamente, vuelvo a sentir sólo mi respiración y mis latidos... todo está en calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario