1.8.08

Dorando la pildora

En la vida cotidiana,
hay que cultivar paciencia,
se encuentra mucha evidencia,
cada loco con su tema,
bandera, símbolo o lema,
guiado por su conciencia.

Es delgada la frontera,
entre locura y demencia,
no es claro para la ciencia,
más, cuando se está alienado,
casi, casi, condenado,
saturado de creencias.

En los tipos y neurosis,
se expresa exageración,
el impulso: ¡La obsesión!
También se incluye la histeria,
que es fijación y muy seria,
no existe la reflexión.

El que exagera en limpieza,
el avaro y el ansioso,
el hablador y el quejoso,
¡Comulga rueda de carreta!
Idea fija, es su meta,
es ¡Ultra plus, religioso!

Muchas formas de tontera,
yo pretendo relatar,
trataré de demostrar,
en conducta cotidiana,
con claridad meridiana,
¡Qué dan ganas de llorar!

Y aquí me pongo a cantar,
‘El Cantar de los Cantares,’
en un país de jaguares,
hablaré de la injusticia,
en contra de la estulticia,
¡Ya que estoy llorando a mares!

Y aquí me pongo a cantar,
mi campaña personal,
en un país patronal,
¡Que existe mucha tontera!
Sin ayuda de partera,
Es un inmenso ¡Panal!

Lo repito, ¡Sí señores!
Y lo digo: ¡Es avispero!
¡Un ordenado hormiguero!
Con talibanes que imponen,
¡No respetan! Las razones,
Son pucho, en un cenicero.

Hablaré de las tres piedras,
que el ser humano tropieza,
por tontera, por torpeza,
es el peor animal…
¡Mantenerlo en el corral!
¡Es convicción y certeza!

Partiré por la peor,
el colmo, es el obcecado,
que en todo encuentra pecado,
estupidez, en esencia,
¡Cacarea su decencia!,
pasa la vida ¡ vendado!

“¡La vida antes que todo”!,
te lo impone por decreto,
no tiene ningún respeto,
por el querido albedrío,
¡El agua ya llegó al río!
¡Se cree casto, el muy fleto!

Y le lleva las de abajo,
honorable tribunal,
propone ¡‘Idea genial’!
Eliminar los sistemas,
de prevención, de las nenas,
¡Ni se inmuta, el tal por cual!

La té de cobre, rechaza,
tampoco acepta el condón,
¡No se cree pajarón!
Al objetar la pastilla,
obligando a las chiquillas,
a un embarazo ¡güevón!

Seguidor de su eminencia,
sin ánimo en delatar,
¡Con ‘sacrificio’, gozar!
¡Masoquista, en el amor!
Que goza con el dolor…
¡Casi podría apostar!


No cabe, en su mente estrecha,
el derecho, en la mujer,
se precia de poseer
una verdad que es divina,
traza una línea muy fina,
¡Entre saber y creer!

Le agrada la represión,
la institución que funciona,
el pecado no perdona,
es pueril y malicioso,
es neurótico y vicioso,
¡Muy torpemente razona!

Tiene un axioma muy simple,
el ‘credo’ lleva en su mano,
un pensamiento malsano,
sujeto a interpretación,
¡La palabra! Su versión,
no piensa en el ser, humano.

Yo respeto religión,
Y respeto al que es creyente,
sobre todo, al consecuente.
Pero, hay que ser muy tarado,
si obliga al que está a su lado,
a que lleve su patente.

Yo también tengo mi ‘Credo’,
y exijo que se respete.
¡Conmigo, nadie se mete!
Porque soy un lenguaraz,
de espíritu montaraz,
hinchagüevas y metete.

Yo también tengo mi Credo.
Credo, en la libre elección,
credo, que en esta nación,
se perdió el libre albedrío,
el agua llegó hasta el río,
credo en sexo y en pasión.

Credo en el sexo seguro,
credo en condón y en pastilla,
credo en amor ¡Mis chiquillas!
Credo en la que usa la té,
También, me gusta el café,
con tostada y mantequilla.

Credo en un país de ciegos,
¡Que vaso está medio, vacío!
De políticos, no me fío,
Credo en venganza de chino,
En buena mesa y el vino,
¡De estupidez, yo me río!

Por: Renato Quintanilla

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