12.12.08

un verso al despertar

Es como de esas historias que no tiene fin... esas largas historias de amor que terminan cuando los protagonistas mueren, un amor imposible, es verdad, pero las esperanzas siguen en pié.
Soñé un día en que despertaba a los pies de su cama y recitandole versos por la mañana se despertaba abriendo sus magníficos y grandes ojos. Estaba un poco cambiada: su cabello castaño ya no era corto, sino que caía en cascada sobre su espalda, como cuando la conocí... sus labios eran de un extraño color escarlata y su delgado cuerpo se dejaba caer en la cama de sábanas de satén.
La soñé una noche: estaba oscuro y, por un momento, sólo escuchaba su voz... de pronto el escenario se inundó de una luz azulina y se acercó lentamente, sus pasos eran sonoros y retumbaban en el ambiente y cuando estuvo a pocos centímetros de mi... me miró, me sonrió y pasó de largo, como su no me conociera y sólo me hubiera sonreído por cortesía.
Me asusté una noche, al soñar su muerte... fue tan vivido que creí que la había perdido para siempre.
Pero ella está ahí, tan intocable como siempre, y ahora aún más.

1 comentario:

TwentySeven dijo...

bastante interesante diría yo... como siempre ps, nunk dejas de impresionarme...